28 de junio de 2015

A modo introductorio, empezaré diciendo que esta reflexión, no tiene ninguna finalidad puntual, simplemente expresar lo que tengo en la cabeza hoy, en este momento, y que me apetece compartir con nadie en concreto.






Lógicamente no soy la mejor persona del mundo (ni pretendo serlo), es imposible, todo el mundo hace cosas mal, se equivoca, o toma decisiones erróneas alguna vez,  nadie es perfecto hasta ahí de acuerdo... 

Pienso que la calidad humana es realmente importante, es fundamental que las personas tengan en su interior cosas  buenas que ofrecer, un buen fondo. Creo que hay que intentar hacer las cosas bien en lo que respecta a las relaciones humanas (en general). 

Pero más aún me gusta creer en la importancia de regalar lo mejor de uno mismo a las personas que realmente importan. Aquellas personas que valen la pena y que se lo merecen, las personas que quieres.

Hay que cuidar de ellas, de hecho personalmente, no es una obligación, sino un orgullo. Produce una satisfacción enorme poder tener la suerte de mantener en tu vida a personas que aportan miles de cosas buenas en ella.